Por Néstor Echarte
El sistema Topocéntrico de casas astrológicas y el sistema Placidus son los preferidos a la hora de elegir la forma de domificar una carta natal. La mayoría de los consultados afirmó haber realizado un profundo estudio antes de decidir su elección.
El pasado 17 de diciembre planteé ante el colectivo astrológico una inquietud, relacionada con la utilización de los distintos sistemas de casas en la práctica astrológica cotidiana.
Dicho sondeo, no tenía la pretensión de una estadística rigurosa, pero sí, de conocer la manera en que los astrólogos eligen, conocen, y aplican los distintos sistemas de domificación existentes de acuerdo a sus necesidades de cálculo y fundamentos interpretativos.
Por Néstor Echarte
Coordenadas Horizontales, Ecuatoriales y Eclípticas: Además de consignar otros puntos astronómicos utilizados en astrología se destaca la presencia de lo que puede ser considerado como la existencia de 3 Ascendentes diferentes: Ascendente, Eq y Ascendente Eléctrico.
La carta natal, en su verdadera esencia, se juega en la esfera. La representación en el plano que utilizamos de ella es solo una simplificación de compromiso para poder entender una pequeña parte de lo que ese pequeño universo esférico nos muestra.
Pero deberíamos dudar de lo que creemos evidente, y no es más que una trampa que encierra un mensaje mucho más profundo que el que esa representación bidimensional del Universo, que habitualmente interpretamos, y que denominamos carta natal, carta astral, o rádix.
Por Néstor Echarte
De la misma manera en que la saludable costumbre de calcular una carta natal en forma manual se ha perdido, el viejo arte de navegar mirando las estrellas también se está extinguiendo. Pese a estas actuales formas de decadencia, justificadas por la mirada interesada del progreso, existe un vínculo sutil que relaciona el acto de navegar guiado por el cielo con antiguas prácticas astrológicas.
Esto, no escapó de la mirada atenta de aquel que también siguió los pasos del cielo, pero para navegar los senderos de la vida. Tal es el caso del astrólogo francés André Boudineau, quien emulando el impulso que motivó a los Magos de Oriente a seguir aquella estrella que los llevó ante el pesebre de Jesús, le permitió hilvanar una teoría que relaciona la existencia del sistema de domificación de Placidus con el arte de navegar y, curiosamente, emparentar su cálculo y planteo astronómico (obviamente sin nombrarlo como tal) con la forma de fundamentar y obtener las cúspides de casas del actual Sistema Topocéntrico.
Por Néstor Echarte
El pasado 8 de mayo tuvo lugar la primera de las conjunciones del ciclo Urano-Mercurio que, con un total de siete que tendrán lugar en el signo de Tauro durante los próximos siete años, a razón de una conjunción o cierre de ciclo por año, marcarán, entre otros temas, los ciclos económicos y la orientación que la economía mundial seguirá en los próximos años.
Demás está decir que Tauro es uno de los signos más representativos, por su simbolismo asociado a temas económicos, a la noción de materialidad que impera en el mundo actual y a la tendencia creciente de valorar la vida en función de la disponibilidad de bienes materiales y de dinero. La vida ya no es algo digno de ser disfrutado, sino que se trata de una experiencia mensurable, medible y valorada en función de índices representativos de una mayor riqueza, mayor poder material y fácil acceso a la disponibilidad de divisas. Soy, en función de lo que tengo.
Por Néstor Echarte
El 25 de octubre de 2018 el planeta Plutón llegará a la conjunción exacta con su propio Nodo Sur, el que se encuentra en 18° 54´ de Capricornio. Tanto Plutón como su propio Nodo harán exacta conjunción en ese grado zodiacal.
Hasta aquí, solo una curiosidad astronómica. Desconocida para quienes ignoran que también los planetas (y no solo la Luna) poseen nodos. Pero con un inmenso impacto astrológico ya que en su recorrido desde su paso por el Nodo Norte, el 9 de septiembre de 1930 cuando estuvieron en exacta conjunción en los 20° 31´ de Cáncer, recorrió en estos últimos 88 años el hemiciclo superior de su órbita, el cual (visto desde la concepción de la existencia de múltiples zodiacos generados por los nodos de cada planeta) se encuentra asociado a las etapas de existencia en las que la humanidad adquiere nuevas facultades a través del aprendizaje, siendo éste, un sector de nutrición y crecimiento lamentablemente asociado, en la mayoría de los casos, a situaciones traumáticas que por su impacto no dejan de generar un importante aprendizaje que deberá ser asimilado en el hemiciclo siguiente. Pero… ¿qué ocurrió en 1930 en el mundo? ¿que ocurrió en la Argentina? Y si algo importante ocurrió…. ¿cuál fué el aprendizaje de estos últimos 88 años que deberemos capitalizar a partir del nuevo hemiciclo que se inicia en octubre de 2018?