Por Néstor Echarte
La obtención de una hora de nacimiento segura para el cálculo de una carta natal, sigue siendo uno de los principales problemas con los que el astrólogo se encuentra en el momento en que quiere analizar con certeza un tema natal.
Es curioso que cada vez que uno solicita el dato de la hora de nacimiento a la persona a la que se le quiere levantar una carta natal, la misma, en la mayoría de los casos exprese, las 5, las 17, 16:30, o peor aún, creo que nací a la mañana, pero en la partida figur por la tarde. O mi abuela cree que nací a la media noche, pero mi madre afirma que fue por la tarde.
Con estos datos inciertos nos abocamos a la tarea de calcular un tema natal. Son muy pocos los casos en que el consultante aporta una hora creíble, en que los minutos no son “en punto” o “y media” o “menos cuarto”. Son muy pocos los que afirman con seguridad, “nací a las 16:37 y así figura en mi partida de nacimiento. Por lo general, médicos, parteras, familiares, y funcionarios de registro civil, redondean al momento de consignar la hora de nacimiento en las partidas respectivas.
Si agregamos a esto, los cientos de errores que se producen al no chequear el huso horario correcto en el momento de calcular la carta natal, y confiar ciegamente en los que proveen los distintos programas de computación, (muchas veces con husos equivocados, sobre todo en países como el nuestro donde los cambios de hora por huso de verano son frecuentes, y que año tras año sufrió cambios repentinos, con decretos sorpresivos que cambiaban la hora no solo del país, sino en forma individual en cada provincia, nos encontramos con un serio problema a resolver, pero que, como todo problema, tiene solución.
Escibe: Néstor Echarte
En el principio fué la Magia... Con el tiempo, el trabajo de aquellos investigadores considerados de segunda pero mucho más ávidos de conocimiento que sus vigilantes parientes cercanos, los científicos ortodoxos... (me refiero aquí y reivindico la labor de los parapsicólogos), llegaron a englobar y definir dichos procedimientos en el ámbito de lo que llamaron radiónica. Un término que "suena" algo más técnico y aceptable para los oídos de aquellos que sufren ataques espasmódicos cada vez que suena la palabra "magia".
Mucho más cercano a nosotros, la física cuántica vino a resolver y a acortar las distancias existentes entre Dios y la Ciencia. A veces, en forma algo exagerada para aquellos científicos con mente abierta que se animan a incursionar en ella, y otras en forma totalmente ofensiva para aquellos ortodoxos que aún niegan la factibilidad de la misma, en cuanto a los resultados obtenidos sobre sus esquivos e inciertos objetos de estudio.
Me desconcierta la facilidad que brinda la física cuántica para asimilar conceptos otrora difíciles de digerir. ¿O no será que recurrimos, casi descaradamente, a la física cuántica, cuando tenemos la necesidad de explicar un concepto en forma "científica" y no tenemos a mano argumentos convincentes.?
Siempre me gustó volver a las fuentes, y seguir pensando en la magia, aquella que pese a la oposición de sus detractores, y hasta de nuestros propios preconceptos, igualmente funciona. Aquella que Hermes Trismegisto se ocupó de definir en uno de solo de los trece párrafos de sabiduría que componen la Tabla de Esmeralda, (trece frases que comprenden todo el saber esotérico, que como muchos otros mensajes de sabiduría fueron grabados en piedra, más precisamente sobre una piedra esmeralda): “Lo que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo. Actúan para cumplir los prodigios del Uno”.
Definido como 2016 HO3, el pasado 27 de abril la NASA volvió a sorprendernos con el descubrimiento de lo que denominan un "cuasi satélite" que acompañará a la Tierra durante algunos cientos de años.
Se trata de una roca de no más de 100 metros de diámetro, que acompaña a la Tierra a la manera de un satélite natural, sin alejarse demasiado, pero tampoco tan cerca como para poner en peligro a nuestro planeta.
Su órbita es regular y puede ubicarse con facilidad si uno cuenta con los instrumentos adecuados para visualizarlo o fotografiarlo. Sin embargo es posible el cálculo de su órbita.
Para quienes quieran descubrir en el, algún atisbo de relación con la Astrología, les acerco las efemérides del mismo calculadas desde el momento de su descubrimiento hasta fin de año en su tránsito por el zodiaco trópico, es decir que estas posiciones están convertidas a posiciones zodiacales necesarias para la interpretación astrológica.
Esta mini luna aún no tiene un nombre, mas allá del que se le atribuye para su inclusión en los catálogos estelares.
2016 HO3 fue descubierto en el signo de Virgo, alternando hasta fin de 2016 entre los signos de Virgo y de Libra.
Si Adolf Hitler no murió en Paraguay el 5 de Febrero de 1971, como lo afirma en su libro “Tras los pasos de Hitler” el periodista e investigador barilochense Abel Basti, es porque algún astrólogo eligió esta fecha y “puso los planetas con la mano” para justificar que la teoría es cierta, por lo menos a la luz de la astrología. La técnica astrológica convalida con un enorme grado de certeza la exactitud de esta fecha como la más probable para el momento de su muerte en desmedro de la históricamente conocida, del 30 de abril de 1945, en la que se supone que por mano propia, Eva Brown y Adolf Hitler terminaron con sus días.
La recurrente simplificación por la que, desde hace varias décadas, transita la práctica astrológica, alimentada por la abundante proliferación de software que “todo lo hace” y “todo lo tiene”, pero que al momento de ser aplicado provoca en la mayoría de los astrólogos la sensación de no comprender en forma correcta el procedimiento realizado, azuza cada vez más la discusión sobre las eternas preguntas que los estudiantes de esta disciplina formularon (y aún formulan) a sus profesores, sobre cual de todos los sistemas de “direcciones” es el correcto o el más eficiente, a la hora de establecer la fecha de realización de un pronóstico basado en la ciencia astrológica. Quienes durante años estudiamos los diferentes métodos para “direccionar” un planeta y llevarlo al aspecto con otro llegamos a comprobar que su efectividad siempre fue alta, independientemente del método y la clave utilizados para el cálculo de dichas direcciones planetarias.