Por Néstor Echarte
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.


La denominada
“grieta” no es una creación de Jorge Lanata. Se trata del sello astrológico que acompañó al nacimiento de la República Argentina, cuando el 9 de julio de 1816 los representantes de las provincias firmaron el acta de declaración de la Independencia Argentina, seguramente con las mejores intenciones, pero bajo un cielo configurado (por lo menos desde la mirada astrológica) señalando un destino regado de divisiones y enfrentamientos, que se profundizarían con el correr de los años, para encontrarse en este presente con una sociedad desquiciada y dividida.

Carta Natal de la República Argentina en la que se destaca la oposición del Sol con la Luna, como indicio de los eternos conflictos entre el pueblo y el gobierno. Yo te voto pero yo te bajo. El cada vez más escaso índice de tolerancia hace que los tiempos sean cada vez más cortos en cuanto a la capacidad de la Luna (el pueblo) de permanecer sumisos y obedientes ante el constante desacierto de los sucesivos gobernantes.

Desde la Revolución de Mayo, Unitarios y Federales se enfrentaron visceralmente, contraponiendo la comodidad del centralismo porteño y las prebendas de la inmediatez de un puerto con salida al mundo  contra las diversidades culturales y vitales del resto de las provincias argentinas, perpetuando con un sello indeleble un comportamiento repetitivo y permanente, que pese a las continuas manifestaciones de “federalismo” siguen mostrando en el presente su rostro Unitario.

El gran dilema astrológico es saber si “los seres humanos tenemos los cielos que nos merecemos” o si esos cielos son productos del azar  y de la circunstancia. Debate no cerrado para los astrólogos que muchas veces pensamos que las decisiones se toman consultando al cielo para que las decisiones importantes se tengan el acompañamiento de las configuraciones astrológicas más auspiciosas, o que directamente se ignoran estas consultas y se actúa “sin red” confiando en que el destino hace la mejor elección para todos nosotros.

Si es así, si el destino elije por nosotros, probablemente se ha ensañado bastante a la hora de construir nuestras vidas. Porque pensando desde lo astrológico, a ningún astrólogo que se encuentre en su sano juicio se le ocurriría recomendar la realización de un hecho fundacional, como lo es la declaración de la Independencia, bajo la exacta oposición del Sol con la Luna, siendo esta última dispositora del Sol desde su exilio en Capricornio. Con el agregado de que el Sol se encuentra además en la cúspide del MC representando claramente los intereses de poder y de centralismo defendido por los Unitarios, y que la Luna se encuentra en la cúspide de la casa IV, representando los intereses sociales y populares, pertenecientes al vasto territorio de la República Argentina por su presencia en la casa IV, pero que por su posición de exilio es referente de un Federalismo devaluado. Hecho que, obviamente, al ser esta nuestra carta fundacional, nos acompaña hasta el presente.

“Dicen que soy paranoico, y lo peor de todo que lo dicen a mis espaldas”, afirma un vecino de mi ciudad, y lo hago propio cuando muchas veces siento que desde 1810 hasta el presente hay un astrólogo (o varios) que trabaja en las sombras del poder para elegir momentos fundacionales equivocaos para cada hecho importante, en los que llamativamente por su exactitud, “los astros parecen puestos casi con la mano”, obviamente con la intención de profundizar la grieta y seguir beneficiando a los sectores de poder. Sostengo esto, porque en la interpretación cotidiana no existe tanta exactitud matemática y astronómica a la hora de analizar los temas astrológicos de quienes consultan habitualmente a los astrólogos. De otra manera sería cierto esto que citamos anteriormente, de que “los seres humanos tenemos los cielos que nos merecemos”.

Distintos golpes militares hacia la institucionalidad democrática fueron la característica principal del siglo XX. Con el broche de oro de una guerra demencial en el año 1982 que nos llevó a confrontar militarmente contra el Reino Unido de Gran Bretaña para intentar recuperar las Islas Malvinas. Convirtiéndose en el último estertor de una dictadura criminal y asesina que Plutón mediante, dió paso a el retorno de la democracia. Si alguna virtud tuvo la guerra de Malvinas fue la de sepultar definitivamente las intenciones golpistas y restituir la democracia en la Argentina. Pero no finalizó la grieta...

Decía que la guerra de Malvinas y el retorno a la democracia se dió con la ayuda de Plutón. Su paso por el ascendente de la Carta Natal de la Argentina señaló ese proceso de “muerte y resurrección”, tal como habitualmente se identifica la injerencia de este planeta asociándolo al simbolismo del Ave Fénix. Es cierto, Argentina resurgiò de las cenizas.

Tránsito de Plutón sobre el Ascendente de Argentina el 2 de Abril de 1982.

Los golpes de estado que precedieron a la recuperación de la democracia, también tuvieron como actor el paso de un planeta lento sobre el ascendente de Argentina, tal es el caso de la denominada Revolución Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón el 16 de septiembre de 1955 cuando el planeta Neptuno pasaba, también, sobre el Ascendente de la Argentina, o el sangriento golpe de estado del 24 de Marzo de 1976 que tuvo como actor al paso del planeta Urano sobre el ascendente de la Argentina.

 

Tránsito de Neptuno sobre el Ascendente de Argentina el 16 de Septiembre de 1955.

Tránsito de Urano sobre el Ascendente de Argentina el 24 de Marzo de 1976.

En resumen, podemos afirmar que cada vez que un planeta lento, o cada uno de los trans-saturninos pasó por el Ascendente de la Argentina, provocó uno de los hechos históricos más importantes de los últimos sesenta años: Neptuno en 1955, Urano en 1976 y Plutón en 1982.

Podemos agregar a esta estadística, que el mismo plutón transitaba sobre el Sol, y en exacta oposición a la Luna (el pueblo) el 5 de septiembre de 1930 cuando se producía el golpe de estado que derrocó a Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical.

Ahora bien, en su lento movimiento, Plutón recorrió desde 1930, momento en que pasaba sobre el Sol, hasta la actualidad, los 180 grados zodiacales que lo separaban de la Luna, situándose ahora en exacta conjunción con nuestro satélite en la Casa IV de la carta natal de Argentina. El malestar se instala ahora sobre la sociedad en general, sobre los más necesitados y desposeídos del sistema. Así como en 1930 produjo un golpe de estado, en 1982 una guerra (con posterior vuelta a la democracia) ahora indica un clamor social de importancia con reclamos cuya virulencia irá en aumento en la medida en que las condiciones económicas del país sigan degradando las condiciones de vida, y atentando contra la esperanza de bienestar de millones de seres humanos. Obviamente el panorama no es bueno. Esto ya fue dicho cientos de veces, y desde hace tiempo, por los diferentes astrólogos que vienen analizando el paso de Plutón sobre la Luna de Argentina, y que como siempre, para no ser pesimistas, comienzan hablando con eufemismos, para luego darse cuenta que la realidad no permite un lenguaje que permita suavizar una realidad que no ayuda y el lenguaje astrológico se torna más directo.

Los planetas en su movimiento constante no causan los problemas. Los planetas no son culpables. Los planetas sólo señalan lo que nos ocurre. No son la causa ni el origen. Sería cómodo echarle la culpa de nuestras acciones a los planetas y evitar así nuestras responsabilidades. Si usted tuviese la posibilidad de encontrar un libro en el que día a día se relata en detalle todo lo que ocurre en su vida, ¿culparía ud. a ese libro? Seguramente que no. Se sorprendería por el relato, pero no pondría la responsabilidad en él. ¿Por qué entonces culpar a los planetas, si sus configuraciones son precisamente ese libro en el que están inscriptas nuestras acciones?.  Es entonces, ese acompañamiento planetario sobre la realidad cotidiana lo que permite hacer este tipo de lecturas. Es por esto que la historia es importante y debe ser tenido en cuenta. Sobre todo cuando desde la astrología podemos encontrar correspondencias cíclicas a los hechos que nos vienen ocurriendo, y poder así, aprender de ellos. Pero como escribió Aldous Huxley “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”.

 

Nuevamente, “los astros parecen puestos casi con la mano…”

No creo que sea eficaz, como algunos astrólogos sostienen, analizar la gestión de un presidente analizando su propia carta. La carta de un presidente nos puede hablar de él, de sus características personales, de su eficacia o ineficacia, de sus defectos y debilidades, de sus logros y aptitudes. Pero no de los resultados de una gestión. Tal vez sí, ese resultado se vea reflejado en algo en su carta, pero como un hecho más. La carta de un presidente puede compararse mediante la técnica de “sinastría” con la Carta Natal del país, pero sobre todo, con la Carta Natal levantada para el momento de inicio de su gestión. Esta carta es la que habla verdaderamente de su gestión, como evoluciona, como está planteada y cuáles serán sus resultados.

Mauricio Macri, de quien por ahora no analizaremos su propia carta, manifestó su compromiso con la gestión presidencial pronunciando el “SI... !!! JURO…!!!” el 10 de diciembre de 2015 a las 11 horas 45 minutos 11 segundos (personal y obsesivamente me preocupé por  cronometrar la hora), en la ciudad de Buenos Aires.

 

Carta que representa el momento en que Mauricio Macri Jura como presidente de la Argentina. Esta carta estará vigente hasta el 10 de diciembre de 2019.

Quienes hemos pasado algunos años viendo cómo se suceden diferentes gobiernos en la Argentina, sabíamos que Mauricio Macri llevaría adelante una gestión basada en el ajuste. Por lo menos eso es lo que muchos sospechábamos antes del momento de la jura como presidente, basado en su declaraciones, en us manifestaciones, en su pertenencia empresaria, y su clara alineación con los sectores de la derecha, empresariales, y representantes del mundo financiero. Muchos podrían pensar que eso era una exageración, pero llegó el momento de jurar tras haber triunfado en las elecciones presidenciales, y “nuevamente alguien puso los planetas con la mano…”

Alguien podría volver a señalarnos como paranoicos, pero no es posible tanto sincronismo. Sin embargo Macri juró como presidente con una clara conjunción de Luna con Saturno, sobre la estrella Antares, en el Medio Cielo, en exacta cuadratura con el planeta Neptuno en cúspide del Ascendente. Pudo haber sido casualidad, pudo ser el destino que nos castiga por alguna maldición que arrastramos, o pudo haberse tratado de una clara elección de ese oscuro astrólogo que desde la noche de los tiempos acompaña las decisiones de los gobernantes buscando configuraciones astrológicas nefastas para las personas, pero representativas del ajuste, sacrificio, esfuerzo, recorte, pobreza, limitación, sufrimiento, que una configuración como la mencionada acarrea en su simbolismo.

No hace falta abundar demasiado, ya que cualquier libro básico de astrología nos relata claramente cuál es su significado.

Neptuno desde el ascendente en cuadratura con la conjunción nos habla del engaño que se produce traicionando las promesas de campaña. Nada de lo prometido se cumplió. Y Saturno sobre la Luna nos habla claramente que es la gente trabajadora, humilde y necesitada quien más sufrirá las consecuencias de los ajustes desmedidos, reflejados claramente en los recortes presupuestarios, recortes en todas las áreas de gobierno, quita de subsidios, destrucción de fuentes de trabajo, endeudamiento a futuro, etc. etc. etc.

Más allá de lo que cada uno pueda sentir en función de sus propias creencias, “la carta refleja claramente que la Argentina va rumbo hacia el abismo”.  

Claro que como siempre, hay personas que acuerdan con este modelo. Sostienen que en la Argentina hay que ajustar, hay que recortar, hay que ahorrar, hay que cerrar el juego. Claramente contrapuesto con quienes pensamos que un gobierno debe operar para la felicidad de sus habitantes, para solucionar sus problemas y para hacerle sus vidas plenas y satisfactorias. Es la lucha entre el egoísmo y la solidaridad. Entre el Ego y la Apertura. Esa es la verdadera grieta: la solidaridad enfrentada a la indiferencia.

Como frutilla del postre, la mencionada conjunción se encuentra sobre la estrella Antares. Una estrella que se muestra muy benéfica cuando los planetas se encuentran en un estado celeste favorable. Pero no es este el caso, ya que al recibir la cuadratura exacta de Neptuno, nos lleva hacia un lugar destinado al fracaso y sobre todo a la descomposición social, o mejor dicho teniendo en cuenta el aspecto de Neptuno, a la dilución social.

Si tenemos en cuenta, que Plutón está transitando sobre la Luna de la Carta Natal de la República Argentina, enardeciendo los ánimos de la gente, provocando una olla a presión con un difícil pronóstico de cuándo va a estallar, podemos esperar la agudización de los reclamos, las movilizaciones, los cortes de rutas y calles, el descontento, la inseguridad, el permanente reclamo de la gente cada vez más enardecida por urgentes soluciones a la presión que se les impone.

Solo un cambio de rumbo podría frenar el caos, pero la Carta de Jura no refleja que eso sea así.

Tal vez la característica Plutoniana de “muerte y resurrección” que a la manera de la guerra de Malvinas nos trajo la bendición de la vuelta a la democracia (tal como el Ave Fénix con que la mayoría de los autores lo definen), ahora con su paso sobre la Luna, tal vez nos haga vivir momentos sumamente duros,ya que la continuará transitando durante un par de años más, pero seguramente nos brindará  una nueva oportunidad cuando volvamos a en diciembre del 2019 para lograr encaminar nuevamente las cosas.

Es de esperar que en el momento de la Jura, analicen bien “cuál será el astrólogo que ponga los planetas con la mano….”

Investigaciones

La Divina Proporción, o Razón Áurea como, artífice de los grados de exaltación de los planetas
La Divina Proporción, o Razón Áurea como, artífice de los grados de exaltación de los planetas

Por Néstor Echarte  
La exaltación de un planeta forma parte de lo que en astrología se denomina “dignidades planetarias” que no es ni más ni menos que una manera de evaluar la fuerza y calidad de cada uno de los planetas con los que los astrólogos construimos nuestras cartas natales. Un planeta en exaltación ind [ ... ]

Primeros resultados del sondeo realizado sobre la utilización de los distintos sistemas de casas en ...
Primeros resultados del sondeo realizado sobre la utilización de los distintos sistemas de casas en la práctica astrológica

Por Néstor Echarte
El sistema Topocéntrico de casas astrológicas y el sistema Placidus son los preferidos a la hora de elegir la forma de domificar una carta natal. La mayoría de los consultados afirmó haber realizado un profundo estudio antes de decidir su elección.
El pasado 17 de diciembre planteé ante el colectivo [ ... ]

Astrología: Zonas grises en las cúspides de casas intermedias
Astrología: Zonas grises en las cúspides de casas intermedias

Por Néstor Echarte

La utilización de un determinado sistema de casas astrológicas en detrimento de muchos otros, no es una elección que habitualmente queda en manos del astrólogo, sino, en la mayoría de los casos, una aceptación de los criterios impuestos por sus maestros (los que también los tomaron de sus propios maes [ ... ]

Determinismo y Libre Albedrío a la Luz de la Astrología Dracónica
Determinismo y Libre Albedrío a la Luz de la Astrología Dracónica

Por Néstor Echarte


La compleja trama de contactos que con sorprendente exactitud entrelazan los diferentes elementos de las cartas natales, bajo la ya probada exactitud (con orbes no mayores al grado de arco) que nos plantea su análisis con herramientas propuestas por la astrología dracónica, alimentan sin duda, la perman [ ... ]

Tres puntos sensibles a la manera de ascendentes….¿qué hacer con ellos?
Tres puntos sensibles a la manera de ascendentes….¿qué hacer con ellos?

Por Néstor Echarte
Coordenadas Horizontales, Ecuatoriales y Eclípticas: Además de consignar otros puntos astronómicos utilizados en astrología se destaca la presencia de lo que puede ser considerado como la existencia de 3 Ascendentes diferentes:  Ascendente, Eq y Ascendente Eléctrico.
La carta natal, en su verdadera  [ ... ]

Sobre el autor

Néstor Echarte es astrólogo formado en el CABA hace 42 años. Realizó distintos cursos de perfeccionamiento, con profesionales de la talla del Dr. Carlos Raitzin (SPICASC). Desde entonces desarrolla su labor dentro del área de la astrología tanto en lo que hace a la consulta personal como a la actividad docente. Fundador, junto a otros astrólogos, del Circulo Amigos de la Astrología en el año 1985. Fundador de la revista electrónica Cosmovisión. Autor de Tablas de Casas Topocéntricas para el Hemisferio sur, e investigador con trabajos publicados en diferentes medios sobre Astrología y Sismología, Astrología Ascensional, Rectificación de la Hora de Nacimiento, Direcciones Primarias, Tema de Época, Astrología Dracónica, Elixires Planetarios, entre otras colaboraciones con distintos medios. Conduce en San Carlos de Bariloche desde el año 1988 el programa de radio Cosmovisión, donde fundamentalmente divulga temas y conocimientos vinculados a la astrología. Desarrolla una intensa actividad docente en San Carlos de Bariloche, formando en los últimos 20 años a numerosos astrólogos que trabajan en forma profesional en astrología. También desarrolla su actividad como consultor particular en Bariloche. Desde el año 1981 que expone en diferentes congresos especializados en la temática astroalaógica y brinda charlas de astrología en forma constante en San Carlos de Bariloche, ciudad en la que reside desde 1988. Entre las publicaciones que realizó, además del libro de Tablas de Casas, se encuentran las revista Eclíptica, La Nación de Urania, El Mago, revista electrónica Cosmovisión, artículos periodísticos en diarios y revistas.

 

(CONTACTAR)