El tacto es probablemente el menos explorado de nuestros sentidos, no obstante es posible que sea el más importante para nuestro bienestar, ya que existe una relación íntima entre nuestra piel y nuestro Sistema Nervioso. Durante las primeras semanas en la matriz de nuestra madre, lo que será nuestro cuerpo está compuesto de tres grupos de células especiales. Un grupo - el mesodermo - formará nuestros músculos y huesos, otro grupo - el endodermo - formará nuestros órganos internos tales como el estómago, intestinos y pulmones, y el tercer grupo - el ectodermo - formará nuestro Sistema Nervioso y nuestra piel. Así es que nuestra piel se forma del mismo tejido que nuestro cerebro. La piel se puede considerar como el cerebro externo o una extensión del mismo; sus abundantes órganos receptores sensorios sustentan completamente esta idea. La piel está tan llena de nervios y terminales nerviosos sensoriales, que si sólo pudieramos ver el Sistema Nervioso de una persona, no tendríamos ningún problema en delinear la forma completa del cuerpo. Uno podría preguntarse: ¿Quién tiene más tejido nervioso, la corteza que recubre el cerebro o la piel que cubre nuestro cuerpo?...
La piel contiene millones de órganos receptores sensorios; estos son las puertas a través de los cuales el mundo físico entra a nuestra consciencia. La cantidad de detectores táctiles de color, calor, frío y otros, variarán de un lugar a otro de la piel, podemos saber con certeza que la punta de nuestros dedos son más sensibles que la parte trasera de nuestros muslos.
Hallamos una distribución más abundante de órganos táctiles en áreas donde nuestra piel interna se une con la externa (membrana mucosa), tales como nuestros labios y orificios nasales, además las puntas de los dedos tienen muchos terminales nerviosos táctiles, por tal motivo nuestras manos aparte de ser un prodigio de destreza, son el medio principal para mantenernos literalmente en contacto con el mundo físico. En cierto sentido, las manos representan el trabajo de nuestra vida; el uso de nuestras manos a menudo señala nuestros talentos, carácter y cultura. Han llegado a simbolizar la vida misma. A través de ellas se han realizado las grandes obras artísticas, culturales y científicas y con todo, tal vez el uso más noble de la mano ha sido extenderla bondadosamente hacia nuestro prójimo.
El uso de las manos con propósitos terapeúticos data de los tiempos del antiguo Egipto. Los egipcios sintieron una fuerza o energía sanadora que fluía de la punta de los dedos. El faraón sostenía sesiones diarias de curación por las mañanas, durante las cuales hacia pases verticales con la punta de los dedos hacia arriba y hacia abajo de la espalda del paciente; este fue el comienzo de la terápia con las manos, las puntas de los dedos extremadamente sensibles se apróximaban a la espalda humana insensible.
Las Tablas de Epidauro en Grecia mostraban como masajeaban los antiguos griegos la espina dorsal de los pacientes. Hipócrates, Galeno y Sorano fomentaron este enfoque terapeútico. Hipócrates declaró: ´En todas las enfermedades atiendan la espina dorsal´. Esta es la herencia principal de la Quiropráctica moderna.
Existen diversas técnicas utilizadas por las diferentes Escuelas esotéricas, que van desde el masaje, la presión, la percusión y la vibración digital, así como la aplicación de los dedos y la energía electromagnética del cuerpo a los ganglios del Sistema Nervioso Simpático ubicados paralelamente a lo largo de la columna vertebral.
Las Escuelas Iniciáticas conocidas, conservan y aplican el sistema de la cadena, para aunar la energía vitál de sus miembros en la consecución de algún fin especial o en bien general de la institución. Existen diversas formas de cadenas fraternales, pero todas sin excepción nos dan muestra del poder que emana de nuestro cuerpo a través de las manos y se acrecienta cuando es dirigida en forma grupal.
No deberíamos pasar por alto, el beneficio del cuidado amoroso y tierno para un paciente postrado en cama. Me refiero a voltear y masajear al enfermo, acomodarle su almohada, cambiar las sábanas de su cama, así como darles una mirada cariñosa y benigna. A veces una mano cariñosa, benigna y compasiva sobre una frente febríl, es recordada por mucho tiempo y con más cariño que el tratamiento más sofisticado.
Necesitamos el ´Contacto físico´ en nuestras relaciones humanas, una mano amiga sobre el hombro en un momento crucial es un gesto de gran ayuda y muy bueno. La desesperación y la tensión aguda mantienen los músculos de las personas tensos, una mano amistosa y sincera ayuda a que esos músculos se relajen; igualmente ¡Que bienvenido es el apretón de manos firme y sincero de un amigo!.
El hablar e intercambiar ideas es bueno, pero los amigos y seres queridos necesitan algo más, necesitan el contacto físico ocasional que nace de la sinceridad, lealtad y el amor.
Un padre de familia debería echarse ocasionalmente al suelo de la sala y luchar en forma de juego con sus hijos, la mayoría de los animales siguen sus instintos y juegan con sus cachorros, es divertido y saludable. Es conocido que aún los animales más feroces, se han convertido en mascotas domésticas mediante gran dosis de caricias y cuidado afectuoso. Los infantes tienen necesidad especial de caricias saludables.
Si alguno de nosotros ha podido estar presente en comparendos ante la autoridad, de padres de familia en casos de delincuencia juvenil, se habrá dado cuenta que nunca vió que un padre pusiera un brazo protector y amante alrededor de los hombros del adolescente...¿Se debe parte de nuestro problema con la juventud actual, a una sociedad sin contacto físico?...¿Conduce la falta de contaco físico amoroso en nuestros primeros años a la inestabilidad emocional en nuestra edad adulta?...la respuesta a estas interrogantes es evidentemente afirmativa.
Deberíamos buscar la manera de aplicar el contacto amoroso. Esto debería hacerse con un interés genuino por el bienestar del otro. Por ejemplo: ¿Ha tratado alguna vez la familia de ustedes, de agarrarse de las manos mientras se dice una simple plegaria de agradecimiento a la hora de comer?...¿Han tratado últimamente de ayudar a vuestra esposa a ponerse el abrigo?...al hacer esto ¿Presionan o tocan suavemente su hombro?...este es un modo de decir ´te amo´. ¿Cuándo fue la última vez que abrazaron fuertemente a su pareja como si ella significara toda la vida para ustedes?.
Los psicólogos están comprendiendo que una sociedad sin contacto físico es una sociedad enferma. Indudablemente está fuera de contacto con las necesidades de nuestro Sistema Nervioso y psíquico. Todo esto no quiere decir que debamos ir por ahí tocando a todo el mundo indiscriminadamente, el protocolo de nuestra sociedad dictará los límites apropiados para el contacto físico; sin embargo dentro de estos límites podemos incluir una sinceridad mayor en nuestros contactos.
Las obras más grandes se han realizado por medio del corazón. Los grandes escritores pusieron el corazón sobre el papel con sus manos. Los grandes artistas pusieron el corazón sobre el lienzo con sus manos. Debemos de poner el corazón en cualquier cosa que hagamos con nuestras manos...para manifestar la magia del contacto físico existe una guía para todos nosotros: permitamos que siempre nazca del corazón, dejemos que nuestro corazón toque a la gente. El núcleo de la hermandad del hombre es la hermandad de los corazones. Somos más saludables cuando nuestro corazón se expresa por medio de nuestras obras y cuando es tocado por la obra de otros.
El nacimiento nos deja sin ningún lazo físico evidente, pero no nos engañemos, todos necesitamos ocasionalmente contactos físicos saludables y ennoblecedores. Nuestro Sistema Nervioso, emociones y corazón se enriquecen con ellos...necesitamos tocar a aquellos que amamos y que nos interesan, ellos necesitan nuestro contacto físico que procede del corazón, ya que en donde quiera que haya amor genuino e interés verdadero, existe magia en el contacto físico.
Luis de Lemos
