Por Néstor Echarte
Ya hace más de 30 años, el astrólogo argentino Miguel Kamenetzky publica un trabajo en donde recrea, analiza, justifica y aplica un método de pronóstico astrológico que denomina “Direcciones Pitagóricas”.
Señala en su trabajo que “la casi totalidad de los métodos de Direcciones Planetarias conocidos hasta la fecha, se encuentran fundamentados en leyes pertenecientes a las matemáticas herméticas, sin olvidar que la astrología misma es también hermética por antonomasia”.
A partir de este concepto, desarrolla una serie de razonamientos basados en el concepto bíblico del Apocalipsis donde en 13:18 señala “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”, relacionándolo como simbólico de la aplicación del sistema sexagesimal en la notación astronómica y astrológica, y asumiendo como número del hombre al 555, manifestando que el mismo es “sugerente de las áureas dimensiones del hombre perfecto y de todo el entorno natural que lo rodea; siendo de dominio público el hecho de que todos los objetos creados por la sabia naturaleza poseen la Proporción Áurea (o Divina Proporción)”.
La expresión Pitagórica de la Proporción Áurea es la siguiente: