Por Néstor Echarte
En nuestra tarea diaria en la que analizamos los destinos de nuestros consultantes sellados en sus propias cartas natales, tenemos muy en cuenta, todos los años, que el Sol en su movimiento aparente vuelve a su lugar de origen o partida dando lugar, así, a lo que conocemos y analizamos como retorno o revolución solar. También, una vez cada 28 días, la Luna en su movimiento alrededor de la Tierra, vuelve a su lugar de origen o partida dando lugar a lo que se conoce y analiza como retorno o revolución lunar. Algunos mas osados o propensos a la investigación astrológica también tienen en cuenta en sus análisis los retornos de otros planetas, tales como los de Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Y mucho más osado e incierto en sus resultados, los análisis de los retornos de Urano, Neptuno y Plutón. Utilizo el término “incierto”, basado en la certeza de que es difícil precisar con total exactitud el momento exacto de retorno a una posición zodiacal natal, de un planeta sumamente lento en cuyo cálculo no se diferencian posiciones mayores al minuto de arco. Esto lo pude corroborar cualquier astrólogo que haya intentado el cálculo de estos retornos mediante la utilización de softwares de cálculo de diferente procedencia, y mucho más incierto también, si la experiencia de cálculo la hace basado en la utilización de efemérides astrológicas.