Tres puntos sensibles a la manera de ascendentes….¿qué hacer con ellos?

Por Néstor Echarte


Coordenadas Horizontales, Ecuatoriales y Eclípticas: Además de consignar otros puntos astronómicos utilizados en astrología se destaca la presencia de lo que puede ser considerado como la existencia de 3 Ascendentes diferentes:  Ascendente, Eq y Ascendente Eléctrico.


La carta natal, en su verdadera esencia, se juega en la esfera. La representación en el plano que utilizamos de ella es solo una simplificación de compromiso para poder entender una pequeña parte de lo que ese pequeño universo esférico nos muestra.

Pero deberíamos dudar de lo que creemos evidente, y no es más que una trampa que encierra un mensaje mucho más profundo que el que esa representación bidimensional del Universo, que habitualmente interpretamos, y que denominamos carta natal, carta astral, o rádix.

Este gráfico de carta natal, es una representación en el plano del gráfico de coordenadas anterior. Podemos ver en ambos como se ven y que representan los denominados puntos sensibles del Ascendente Tradicional, el Ascendente Eléctrico y el Ascendente Ecuatorial.


Estamos acostumbrados a incorporar en la lectura astrológica puntos diferentes, que al no tratarse de planetas con un cuerpo físico, denominamos genéricamente como “puntos sensibles”.

Muchos de los que utilizan estos puntos no imaginan, siquiera, cómo es que han llegado allí. A esa carta, recién salida de una impresora, que suma al dibujo a interpretar perfectamente delineado con los planetas y elementos tradicionales y por todos conocidos, una parafernalia de “nuevos” elementos astrológicos sin un claro capítulo que los explique con claridad en la bibliografía general procedente de la compleja trama de tradiciones astrológicas disponibles para quienes desean profundizar en ellos, porque “si están allí…. es que para algo están….”

 

Pero para qué están si nadie me explica cómo deben ser utilizados?

Existen varias respuestas para eso, pero fundamentalmente es que están allí, en nuestras cartas natales, porque la informatización de todos los procesos astrológicos que nos acompañó (para bien y para mal) durante los últimos 50 años en los que la astrología se vio beneficiada por las facilidades en el cálculo y confección de cartas natales que esto significaba, pudo incorporar una gran cantidad de los denominados “puntos sensibles” (otrora solo relegados al Ascendente, el Medio Cielo, las cúspides de casas, el PF el recién incorporado Vértex y Lilith), solo por esa facilidad en el cálculo que los procesos informáticos traían aparejados. Y después, con el tiempo… vendría su interpretación. Tal como ocurrió con los planetas transpersonales en momento de ser descubiertos, luego con Kiron, con el Vértex, y con las distintas significaciones de los Nodos.  Gracias a ese infalible mecanismo de construcción colectiva que tiene la astrología, y del que podemos ser más o menos conscientes, todo el colectivo astrológico participó en la construcción de esos contenidos.

En la representación esférica que utilizamos, solo para poder visualizar algunos de la enorme cantidad de “puntos sensibles” existentes, se superponen en principio, varios sistemas de coordenadas, que son los que luego se simplifican para el dibujo de la carta natal.

En dicho gráfico podemos observar al sistema terrestre, junto con el sistema ecuatorial, el sistema horizontal y el sistema eclíptico. Cada uno de ellos con sus correspondientes puntos de referencia y su meridianos propios, formando una maraña de líneas que se entrecruzan, generando en esos cruces los denominados “puntos sensibles”.

Aunque estamos más acostumbrados a la utilización del gráfico de la derecha, la representación en la esfera que se encuentra a la izquierda es mucho más exacta que la otra. Ambos gráficos son equivalentes y muestran a los “puntos sensibles” de referencia en su representación esférica y en su representación en el plano simbólico del zodíaco. Pero no dejan de ser equivalentes.


De hecho se puede visualizar como el cruce de la eclíptica con el horizonte genera el punto del ascendente (u horóscopo, tal como se lo llamaba en la antigüedad por su naturaleza ligada a la hora de nacimiento - ὡροσκόπος del griego: el que señala la hora); y como esa misma eclíptica en su intersección con el Meridiano del Lugar genera lo que conocemos como Medio Cielo. Puntos sensibles tradicionales ya incorporados desde hace miles de años a nuestro acervo de conocimiento y tarea diaria.

Pero para llegar a obtener esos puntos, que luego dibujamos en la carta natal, se debe atravesar un proceso de cálculo, señalado por otra gran cantidad de “puntos sensibles” otrora no utilizados en astrología por su complejidad en el cálculo, pero que actúan como pasos necesarios dentro de una ecuación compleja, en la que el cálculo trigonométrico se basa para la obtención de sus resultados. Estos puntos, otrora descartados o no tenidos en cuenta por la enorme mayoría de los astrólogos, ahora se encuentran todos disponibles y “a la carta….” merced a la simplificación que los ordenadores nos han traído para su obtención. Están allí y a la vista. Pero sucede que hay que conseguirles un contenido. Una representación astrológica creíble, relacionada con su naturaleza astronómica, y con su verdadero significado dentro de la denominada esfera ascensional, que nos explique con claridad cuál es su verdadero funcionamiento astrológico. Y esta, no es una tarea sencilla.


Nuestros TRES ascendentes

En este trabajo, sólo nos vamos a referir a tres de esos puntos sensibles que le dan a nuestras cartas natales un nivel de mayor complejidad.. 

Haremos referencia al Ascendente Tradicional, al Ascendente Ecuatorial (también conocido como Punto Este o Eq) y al denominado Ascendente Eléctrico (exacto punto opuesto al VERTEX).

La mayoría de los investigadores y estudiosos de la  astrología que han desarrollado sistemas de casas propios siempre pensaron que el Ascendente y el Medio Cielo debían calcularse de la misma manera, mientras que zanjaron sus desacuerdos en el cálculo de las casas intermedias, para lo cual acordaron criterios y sistemas de cálculo diferentes. Por lo tanto existe un acuerdo mayoritario de no discutir las posiciones del Ascendente y del Medio Cielo, acordando que el primero surge astronómicamente de la intersección del Horizonte Natal con la Eclíptica, y el segundo de la intersección del Meridiano de Nacimiento con la Eclíptica.

Debemos decir al respecto, que las diferencias para el cálculo de cúspides intermedias  entre los innumerables sistemas de domificación existentes son especialmente notables, ya que pueden llevar una cúspide de casa a cambiar de signo o a diferenciarse, a veces, en más de 20 grados según se calcule con un sistema u otro. Sin tener en cuenta además que la afirmación del párrafo anterior que lleva a pensar que todos los sistemas de casas coinciden en el Medio Cielo y en el Ascendente, es solo retórica. Existen muchos otros sistemas que para la obtención de esos dos valores tienen formas de cálculo diferentes y los resultados son otros, también, para estos dos puntos fundamentales.

Lo paradójico de esta situación es clave para la comprensión de cuál debe ser la forma adecuada de interpretar puntos como el Ascendente Eléctrico y el Punto Ecuatorial, ya que estos valores son los que obtenemos como puntos ascendentes al utilizar los sistemas de domificación denominados Horizontal y Meridiano, respectivamente. Lo que quiere decir, que si adoptamos el sistema de casas Horizontal, el punto que resulte como ascendente del mismo sería el punto que los astrólogos que utilizan Placidus, Campanus, Regiomontano, Topocéntrico, Koch, entre otros, sería o que habitualmente denominamos Ascendente Eléctrico o punto opuesto al Vértex. Mientras que si adoptamos el sistema de casas Meridiano, el punto que resulte como ascendente del mismo sería el punto que los astrólogos que utilizan Placidus, Campanus, Regiomontano, Topocéntrico, Koch, entre otros, sería o que habitualmente denominamos Punto Ecuatorial y Ascendente Ecuatorial.

Es decir, ambos puntos serían los ascendentes de otros sistemas de casas no tan difundidos. Pero no, por tan poco difundidos, dejarían de ser válidos..

Esto provocaría otra discusión, que obviamente no desarrollaremos en esta nota, pero que sería lo que muchos astrólogos preguntan a la hora de elegir un sistema de casas, y que es ¿cual es el mejor sistema o el sistema más correcto a utilizar?

Sin entrar en esa discusión, puede afirmarse que todos los sistemas son válidos, son coherentes, responden a criterios astronómicos y de mecánica celeste y no a caprichos de sus autores, y todos aquellos que los produjeron fueron notables astrólogos de nuestra historia. Por lo tanto, el Ascendente Eléctrico, el Ascendente Ecuatorial y el Ascendente Tradicional llevan todos en su concepción el espíritu astronómico de la creación de un ascendente, e interpretativamente deberían ser tratados como tal, tal vez con algunas diferencias de forma entre uno y otro, pero sin dejar de verlos en su esencia como un ascendente más.

El software de cálculo astrológico Meridian, nos permite reflejar en una de sus opciones, los resultados de nuestra carta natal  vistos a través de unos 16 sistemas de casas diferentes para poder comparar las posiciones de las cúspides en cada uno de ellos. Como se puede apreciar, y basados en el mismo ejemplo del gráfico anterior, la mayoría de los sistemas expuestos en la parte superior son coincidentes en la posición del Ascendente y del Medio Cielo, mientras que los sistemas de casas que vemos en la parte inferior, discrepan en estas posiciones, sin dejar de fundamentar astronómicamente sus resultados. Nótese que el Sistema de domificación del Meridiano tiene su ascendente justo en el punto en que otros sistemas consignan la posición del Ascendente Ecuatorial o Punto EQ, mientras que el sistema de domificación Horizontal, lo consigna en el lugar en que se encuentra lo que denominamos Ascendente Eléctrico, que en esencia es el punto eclíptico opuesto al Vértex.

Por lo tanto está a la vista, que cuando hablamos de estos puntos, para nosotros diferentes o “sensibles”, existe una gran cantidad de astrólogos en el mundo, que los adopta directamente como el “punto ascendente” (obviamente discrepando con el resto) al considerarlos parte de un sistema de casas diferente, pero que han adoptado porque es acorde a sus necesidades y tendencias en cuanto a fundamentación astronómica de los mismos.

Como habitualmente ocurre en astrología, siempre he escuchado cultores de uno u otro sistemas, al punto de defenderlos con vehemencia, al punto de sostener que el que ellos utilizan es el único verdadero, pero no he visto jamás un trabajo coherente que justifique la utilización de cualquiera de ellos, más allá de apreciaciones personales.

Convengamos que los astrólogos también somos animales de costumbre y que nos apegamos a los métodos que utilizamos, porque nos encariñamos con ellos, porque nos caen bien, porque nuestros profesores los han utilizado, o porque así aparece predeterminado en el software que en suerte me tocó en el reparto.

Pero de cualquier manera, y como para comprender los motivos por los cuales estos puntos, aunque de diversa procedencia al no poder ser explicados a partir de la lectura de una carta dibujada en el plano, son diferentes formas de ver aquello  que se denomina ascendente, aquel que señala la hora, o el “horóscopo” de la carta natal, vale la pena fijar nuestra atención en el gráfico de coordenadas esféricas en el cual se observa con claridad como el punto de Ascensión Oblicua del Ascendente, se convierte en una especie de centro distribuidor de coordenadas astronómicas, cada una de las cuales sirve para la construcción y cálculo de un sistema de casas diferentes, cuyo punto ascendente se proyecta sobre un lugar eclíptico diferente. Pero partiendo siempre del valor de la Ascensión Oblicua. 

La AO es un valor que se obtiene sumando 90 grados a la ARMC (Ascensión Recta del Medio Cielo). Esa AO junto a otros valores, como la Latitud Geográfica y la Oblicuidad de la Eclíptica son los que nos permiten obtener mediante la utilización de fórmulas basadas en la trigonometría esférica, los distintos valores de cada uno de esos puntos, o dicho con mayor propiedad, de cada uno de esos ascendentes. Es así como la línea del horizonte de nacimiento que obviamente pasa por la AO se constituye en el ascendente tradicional en el punto sobre el cual cruza a la eclíptica. También, es así, como la línea de un meridiano horario celeste que pasa por la AO se constituye en el Ascendente Ecuatorial o EQ en su cruce por la Eclíptica. Y ocurre también lo mismo, cuando la línea del Primer Vertical que por definición debe pasar por el punto de AO, cruza luego la eclíptica constituyendo, en ese punto (opuesto al VERTEX), lo que se denomina Ascendente Eléctrico.

Por lo tanto, Ascendente Tradicional, Ascendente Eléctrico y Ascendente Ecuatorial, tienen los tres como origen el punto de AO de la carta natal, y montados en círculos de posición diferentes, confluyen sobre tres puntos eclípticos distintos para constituirse en los Ascendentes de diferentes métodos de domificación. Por lo que al elegir cualquiera de ellos como ascendente natural de la carta es obvio que los otros dos se constituyen en lo que habitualmente denominamos “puntos sensibles”.

Estos tres puntos eclípticos tienen en común (además de su proyección eclíptica y de su paso por el lugar de la AO del Ascendente) que se proyectan sobre el sector “oriental” o hacia el Este del lugar de nacimiento. Tanto el Ascendente Eléctrico, como el Ascendente Ecuatorial serán cercanos a la posición de nuestro Ascendente Tradicional.ubicándose algunas veces por sobre el mismo (es decir, por encima del horizonte), estableciéndose sobre las casas XI o XII (difícilmente puedan alejarse mucho mas), y otras veces por debajo del horizonte, incursionando sobre las casas I, II y III (pero, tampoco,  sin alejarse mucho más de estos sectores). Puede darse en caso también que mientras que uno de ellos se encuentra sobre el horizonte de nacimiento, el otro se sitúe por debajo del mismo.

 

El Ascendente Tradicional

Al asumir que la mayoría de quienes leen esta nota lo han adoptado como ascendente “predeterminado” en su concepción de la astrología, será breve lo que analizaremos sobre este punto eclíptico por todos conocido, aceptando además que los otros dos puntos son utilizados como elementos complementarios a la carta. 

El Ascendente tradicional es uno de los principales factores de construcción de la personalidad. Debemos tener en cuenta que desde lo astronómico, el ascendente tradicional o de consenso se estructura sobre lo que se denomina esfera horizontal marcando el punto de equilibrio entre lo visible y lo no visible ya que la línea exacta del horizonte en su cruce con la eclíptica es la que define a este punto. Por lo tanto, al nacer, señala el punto de origen o de partida de lo que la Tierra en su rotación, repetirá día a día innumerables veces hasta el momento de nuestra muerte barriendo por igual toda la esfera celeste, siendo reflejado este movimiento sobre la rueda zodiacal.

Vinimos a ese mundo con un Sol que representa nuestra esencia y nuestro espíritu, y con un punto ascendente que comienza a moverse a partir de nuestra llegada a la vida. Desde ese momento el ascendente comienza a conformar lo que será nuestra personalidad, con cada ciclo diario que refleja nuestra interacción con el mundo. Netamente asociado al movimiento de rotación de la Tierra.  

Convengamos que si abonamos la idea de la existencia de un tema prenatal cuya posición exacta de la Luna conforma lo que al momento de nacer es nuestro ascendente, algunos rasgos de esa personalidad también estarán asociados a la dinámica lunar como puntapié inicial de nuestra formación. No solo nuestra personalidad se nutre de las experiencias cotidianas y nuestra respuesta a las mismas, sino que el mandato de nuestro pasado, de nuestro linaje, nuestra historia consciente e inconsciente reflejada en la naturaleza lunar cede la posta de esa memoria al punto ascendente que incorpora esa información como factor necesario para la construcción de nuestra personalidad.


El Ascendente Ecuatorial (EQ)

El ascendente ecuatorial, o EQ, es un punto derivado del sistema de Casas Meridiano, o del Punto Este. Está asociado a la rotación de la tierra y consiste en el paso de un meridiano celeste por el punto de la AO del ascendente (con eje Polo Norte-Polo Sur) proyectando un punto sobre la eclíptica. Ese es el EQ. No solo asociado a la rotación de la tierra sino al sistema de generación de casas astrológicas, lo que lo convierte en un punto sensible relacionado con la materialidad de la vida, los hechos concretos y tangibles y aquellas cosas que nos ligan desde el mundo real con lo cotidiano.

 

En algunas cartas natales su posición se ubica sobre el horizonte del lugar de nacimiento, mientras que en otras su posición se ubica por debajo del horizonte. Por lo que la posición diurna de ese ascendente puede, a veces, estar ligada al Medio Cielo, y en otros casos directamente a la significación del Fondo del Cielo

Los aspectos a este punto son indicativos del valor que le adjudicamos a las cuestiones materiales. Al dinero, al trabajo, a los bienes en general. Qué peso tienen en nuestras vidas, y que ingerencia en la toma de nuestras decisiones. 

 

El Ascendente Eléctrico

Este otro “punto sensible” que por lo general obtenemos por oposiciòn al VERTEX, ya que su uso no está lo suficientemente difundido como  el “punto ecuatorial”, y eso hace que no sea incluido directamente en los gráficos de cartas natales por los programas de software astrológico existentes, forma parte del sistema de domificación denominado “Horizontal” o del “Zenith”, siendo este punto el Ascendente del mismo.

Este sistema consiste en dividir el horizonte cada 30° y unir estos puntos con el Zenith y el Nadir, siendo la línea del Primer Vertical la que al pasar por la AO del Ascendente Tradicional, define en su cruce por la eclíptica la posición del Ascendente Eléctrico.

Es un sistema de domificación mediante la utilización de polos y conserva el Medio Cielo tradicional, ya que uno de estos meridianos así trazados coincide con el meridiano del lugar. No sucede lo mismo  con el ascendente tradicional, ya que el primer vertical, al intersectar la eclíptica por el sector oriental, nos permite obtener el Ascendente Eléctrico, siendo su punto opuesto lo que hoy conocemos como Vértex.

Estas cúspides pueden obtenerse con una tabla de casas de Campanus, sumándole 12 horas al tiempo sidéreo, invirtiendo los signos y trabajando con la colatitud. Con el mismo procedimiento y una tabla de ascendentes cualquiera, podemos obtener el Vértex y el Ascendente Eléctrico.

Los distintos astrólogos que han incursionado en la naturaleza de estos puntos sensibles han definido al VERTEX como un punto sujeto al destino y a aquellas situaciones imprevistas que escapan a nuestro control. Por eso siempre ha sido un punto asociado a aquellas situaciones que no esperamos y que por lo general nos sorprenden.

Por otra parte, y pese a que su tratamiento debería ser similar al del ascendente tradicional, tanto el VÉRTEX como el ascendente eléctrico son parte de un mismo círculo de posición, es decir del primer vertical, por lo que su naturaleza es complementaria.



El Primer Vertical es un  meridiano que une el Zenith con el Nadir, es decir que a diferencia de los meridianos horarios celestes, es un meridiano perteneciente al plano horizontal. El plano del horizonte es perpendicular a la presencia del ser humano, y este se convierte en su centro. El punto exacto sobre su cabeza es lo que se denomina Zenith.

 

A diferencia del Ascendente Tradicional, el Ascendente Eléctrico se constituye en un punto eclíptico de mayor complejidad que los demás puntos que lo acompañan. Si se observa atentamente el gráfico que precede a este párrafo, queda expuesto con claridad que el Primer Vertical, ese meridiano que une los puntos del Zenith y del Nadir y que corta a la AO del ascendente tradicional, también se proyecta sobre otro punto sensible sumamente importante, desde la comprensión astronómica del sistema, que es el Zenith. Y toda esta complejidad, se proyecta sobre un único punto eclíptico que es el que se denomina Ascendente Eléctrico.

Es decir, que este ascendente eléctrico se convierte en un émulo de lo que en astrología tradicional es el Medio Cielo, reuniendo además en el mismo punto características propias de un Ascendente. Para que se comprenda mejor, un solo meridiano toca con exactitud el punto que está sobre nuestras cabezas, proyectándose desde la AO del Ascendente, concentrando esa doble significación en un mismo punto eclíptico, al que denominamos Ascendente Eléctrico.

Debemos notar que en astrología tradicional, cuando hablamos de "meridiano del lugar de nacimiento", estamos siempre haciendo referencia a un punto eclíptico definido por un meridiano celeste que pasa por el Zenith y por la ARMC y que es el que define el lugar eclíptico del Medio Cielo; mientras que el horizonte, en su cruce con la eclíptica es quien define el ascendente. En el caso del primer vertical, este meridiano perteneciente al sistema horizontal y dirige las posiciones del Zenith y de la AO hacia un mismo punto eclíptico. ¿pueden, entonces, un ascendente y un medio cielo ocupar el mismo lugar eclíptico? Desde la concepción de este sistema esto es posible si fijamos nuestra atención en la proyección eclíptica del Ascendente Eléctrico.

Al tomar este punto como complementario del ascendente tradicional, podemos ver, también, que puede ocupar (según sea la hora y lugar de nacimiento) dos lugares diferentes. En algunas cartas natales su posición se ubica sobre el horizonte del lugar de nacimiento, mientras que en otras su posición se ubica por debajo del horizonte. Por lo que la posición diurna de ese ascendente puede, a veces, estar ligada al Zenith, y en otros casos directamente a la significación del Nadir. 

Al tomar a estos valores y al relacionarlos con las casas astrológicas, un ascendente eléctrico situado por encima del horizonte es indicativo de que las cuestiones relacionadas con la formación de nuestra personalidad se nutrirá de características similares a la casa X, es decir a la búsqueda de posición social,  reconocimiento público y social, inserción en el mundo visible, independencia en general de los lazos familiares. Mientras que un ascendente eléctrico posicionado por debajo del plano del horizonte, nos estará indicando que nuestra personalidad se nutrirá, fundamentalmente, del mandato recibido por nuestra familia, nuestros ancestros y nuestro lugar de pertenencia.

Más allá de las diferencias con otros sistemas de casas, y las argumentaciones que los usuarios hacen de los mismos para  justificar su utilización, el sistema Horizontal es el único que utiliza como marco referencial el sistema horizontal, que es al fin y al cabo, la primera relación astrológico-astronómica que un ser humano tiene al nacer. Nuestro primer marco de referencia, lo primero que vemos en el momento en que llegamos a este mundo, es el sistema horizontal, es decir, el horizonte, el meridiano y el primer vertical. Además es el único sistema cuyos puntos de referencia son diferentes para cada persona que llega a este mundo, es decir que nos diferencia de los demás, ya que nos ubica en tiempo y espacio. Por lo tanto, el Zenith, aquello que es único para nosotros, aquello que está sobre nuestras cabezas, a veces como el dedo que señala nuestro destino, otras veces a la manera de espada de Damocles, se expresa tanto en el punto eclíptico del Medio Cielo, al prolongarse hacia él a través del meridiano del lugar de nacimiento, como en el punto eclíptico del Ascendente Eléctrico al prolongarse hacia él a través del Primer Vertical. Ambos puntos en un mismo punto eclíptico definido por el mismo círculo de posición.

 

Conclusión

La existencia de diferentes sistemas de casas, o de multitud de puntos sensibles derivados de ellos, así como la enorme cantidad de sistemas vinculados a la astrología sideral, que calculan un ayanamsa diferente; o los distintos sistemas de direcciones basados en claves diferentes, llevan a los estudiantes de astrología a una consulta recurrente, en relación a ¿cuál de todos estos sistemas es el mejor?

La realidad es que no existen investigaciones serias que hayan intentado zanjar interrogantes de esta naturaleza, o si las hubo, no llegaron a conclusión alguna, en la medida que esos trabajos jamás se han dado a conocer.

Obviamente siempre habrá detractores de uno u otro sistema, basando sus preferencias, o en opiniones y gustos particulares, y no en experiencias concretas de investigación. Por lo general, lo “predeterminado” triunfa sobre la razón.

Pero tal vez, esa búsqueda inconclusa tenga una respuesta diferente. El éxito de un  método no invalida al resto de los sistemas utilizados, sino que los potencia. Cada “punto sensible”, obtenido como resultado de los diferentes sistemas de coordenadas vigentes, tienen una razón de ser, que justificó su obtención y puesta en marcha en manos de sus antiguos creadores. Por lo general gente lúcida, comprometida con la disciplina astrológica, y mostrando un nivel de erudición pocas veces visto en la actualidad. Es probable que cada sistema diferente aporte elementos valiosos para la práctica astrológica del presente.