Alquímico de NEPTUNO

Es capaz de diluir estructuras sólidas y enquistadas y de socavar las rocas más duras y resistentes mediante el paciente y perseverante concepto de “el agua que horada a la piedra”. Otorga la capacidad de amoldarse a las formas tal como el agua se adapta a su recipiente o los fluidos gaseosos a sus contenedores. Una vez liberado inunda todo con su presencia, impregnando nuestro ser proponiendo un viaje en el que podemos tener la sensación de diluirnos con el infinito. Presente en prácticas como la meditación, el Yoga, o en algunos tipos de visualización donde la mente se integra a una concepción universal. Simboliza los estados místicos y de contemplación, la percepción espiritual de la música y la pintura, o la capacidad de adaptarnos a la esencia de otros personajes mediante prácticas teatrales. NEPTUNO está presente en situaciones donde el engaño es moneda corriente y muchas veces el autoengaño, y genera una dificultad para separar la realidad de la fantasía, ya que podemos vivir la realidad de manera engañosa y a la fantasía como una realidad.